La Audiencia Provincial Civil de Madrid ha condenado a la aseguradora del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) al pago de una indemnización de 108.772 euros a una madre, vecina en aquel entonces de Fuenlabrada, por omitir las pruebas diagnósticas necesarias y demorar cinco años el diagnóstico de un melanoma del hijo de la mujer, un niño fuenlabreño que terminó falleciendo.

La sentencia considera que "un diagnóstico y tratamiento adecuado habrían impedido la propagación sin control de la enfermedad", un melanoma metastásico BRAF negativo, "lo que le confiere menor malignidad y menor tendencia metastásica”. "Existió una deficiente utilización de medios técnicos para poder realizar un correcto diagnóstico de la dolencia que afectaba menor", apunta la sentencia.

“Los padres necesitan que se haga Justicia pero debe ser un poquito más dura y la cantidad económica no es la adecuada con el daño que se ha producido”, apunta Carmen Flores, presidenta de la Asociación Defensor del Paciente que ha llevado el caso y que a la vez, reconoce que aquí “no buscan dinero, sino otro tipo de sentencias” y propugna “endurecer la ley en casos de pérdida de una vida”.

LOS HECHOS

Todo comenzó en el mes de julio de 2010, cuando el niño tenía 3 años y su pediatra observó una alteración en la radiografía de tórax. El 30 de enero de 2013 cuando contaba con 5 años se realizó otra radiografía de tórax por una infección respiratoria donde se apreciaba una imagen en el lóbulo inferior izquierdo del pulmón. No se solicitaron nuevas pruebas de imagen.

En febrero de 2015 fue diagnosticado de neumonía y tratado con antibióticos. En la radiografía realizada en el Hospital de Fuenlabrada se observó la misma en el lóbulo inferior izquierdo con derrame pleural.

Con fecha 16 de febrero de 2015 fue trasladado al Hospital Doce de Octubre persistiendo en todo momento la imagen del lóbulo inferior izquierdo con derrame pleural y dolor torácico. Pero se limitaron a drenar el derrame sin practicar ningún TAC torácico que aclarara que estaba pasando realmente. Con fecha 2 de marzo de 2015 acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Doce de Octubre por dolor torácico. Tampoco se practicó ningún TAC y ese mismo día fue dado de alta.

Con fecha 22 de abril de 2015 acudió al Hospital Hospital Doce de Octubre por insuficiencia respiratoria, pero fue dado de alta sin realizar pruebas de imagen (TAC). Tres meses después, volvió a ingresar en el Hospital de Fuenlabrada por dolor abdominal y fiebre. También tenía pérdida de apetito con pérdida de peso y tos persistente.

Al revisar la radiografía de tórax previa se observó la misma imagen en el lóbulo izquierdo del pulmón y, esta vez sí, se llevó a cabo un TAC torácico que puso de manifiesto la grave enfermedad del pequeño, "que se había extendido debido a la falta de actuación diagnóstica del Hospital Doce de Octubre".

El TAC torácico reveló la existencia de "una gran masa pulmonar en el lóbulo inferior izquierdo con múltiples metástasis pulmonares, hepáticas y óseas". Con este diagnóstico fue trasladado al Servicio de Oncología Pediátrica del Hospital Doce de Octubre de Madrid, aunque la tardía respuesta no ayudó a poder salvar la vida del niño.