La Policía Nacional detuvo en julio a un enfermero que participaba en las pruebas médicas al personal de la Universidad Carlos III de Madrid en sus campus de Getafe y Leganés por grabar las partes íntimas de las mujeres a las que atendía. Los agentes han encontrado unos 200 vídeos de mujeres. La primera parte de la mañana de los días laborables, el detenido las pasaba en el campus de Getafe y de Leganés de la Universidad Carlos III a lo largo de la última década. 

Las filmaciones, que grababa en secreto, podrían haber comenzado en 2014, según han adelantado eldiario.es. Algunas víctimas creen que los vídeos incluso pudieron ser editados con un tratamiento de imagen para difuminar el fondo, por ejemplo, y resaltar así la figura de cada mujer que grababa. En los archivos visionados hasta ahora, las víctimas aparecen con su rostro nítido, perfectamente identificables.

Fue la entonces pareja del detenido la que encontró los vídeos en su ordenador y cursó la denuncia. A partir de ese momento, la Policía Judicial de Aranjuez ha tratado de localizar a las víctimas para que pudieran reconocerse en los vídeos, tomarles declaración y ofrecerles la posibilidad de denunciar. El detenido es un hombre español de unos 50 años sin antecedentes penales, según fuentes de la investigación.

Ahora, el enfermero está acusado de un delito de descubrimiento y revelación de secretos, recogido en el artículo 197.1 del Código Penal, y que castiga con entre uno y cuatro años de cárcel aquel que, entre otras acciones, obtenga sin consentimiento de la víctima una grabación que vulnere su intimidad. Si se acredita que fueron tantas mujeres las víctimas, el detenido se arriesga a una condena el triple de la mayor, un total de 12 de prisión. Los plazos de caducidad del delito obligarían a dejar fuera las grabaciones realizadas hace más de cinco años.