Renfe inicia esta semana sus dos primeras jornadas de paro, el jueves y el viernes, dentro de una serie de huelgas para denunciar la precarización del empleo y las condiciones e irregularidades en los procesos de movilidad internos, entre otras cosas. Estas se prorrogarán durante ocho días hasta el día 12 de octubre, coincidiendo con el puente del Pilar.

El paro lo ha convocado el Sindicato de Maquinistas Ferroviarios (Semaf), que representa al 85% de los conductores, durará 24 horas y aún no se han fijado servicios mínimos, aunque desde Renfe apuntan que están pendientes de acordarlo con el Ministerio de Transportes, Movilidad y agenda Urbana.

El lunes 4 y el jueves 7 la huelga será parcial, entre las cinco y las nueve de la mañana y las dos y las cuatro y entre las seis y las ocho de la tarde. El jueves 7 será entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde y entre las seis y las ocho. El Sindicato Ferroviario (SF) también ha convocado paros parciales a partir del viernes 1 de octubre.

Los maquinistas y sindicatos critican el incumplimiento de acuerdos alcanzados en 2007 para garantizar la integridad en la prestación de los servicios y la falta de restablecimiento de todo el empleo no cubierto y todas las circulaciones suprimidas. También denuncian el incumplimiento del convenio colectivo en lo referente a las nuevas incorporaciones y procesos de movilidad e integración del personal, "dificultando intencionadamente el normal desarrollo de los procesos, con el fin de ir disminuyendo la plantilla".

"Resulta alarmante que todas estas circunstancias se produzcan justo en este momento, con la apertura del mercado de transporte de viajeros por ferrocarril a la competencia, en el año europeo del ferrocarril, y sin incentivos ante la constante caída del transporte de mercancías por este medio, teniendo en cuenta los objetivos 2030", dice Semaf en una nota informativa.